Las Enzimas por Dr. Norman González Chacón
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La medicina moderna se enfrenta a una gran cantidad de enfermedades nuevas y modalidades variadas de las mismas que aunque no son nuevas, representan un reto enorme para los profesionales de la salud que tienen que enfrentarlas y tratarlas, repetida y constantemente sin tener las herramientas necesarias y específicas para curarlas.
A este reto se unen nuevas variedades de bacterias, superbacterias y de virus que atacan la maltrecha inmunología humana. Parece ser, que estos microrganismos patógenos no tienen una programación específica que los controla y que cada año que pasa se van fortaleciendo para atacar con más fuerza y contundencia.
Por otro lado, la alimentación moderna, saturada de químicos, preservativos, colorantes, y una interminable carga de tóxicos de todo tipo que van afectando el funcionamiento efectivo del cuerpo humano, constituyen una amenaza a la salud general.
La única forma de librarse de toda esa invasión química es evitando la ingestión de todos esos elementos tóxicos y dañinos a la salud y no es fácil evitarlos, pues todos los elementos, de alguna manera, están en mayor o menor grado, contaminados, hibridados o manipulados genéticamente.
La naturaleza ha sido manejada para responder a los intereses del mercado y no a la salud de la gente. No es fácil probar que estos frutos de la tierra alterados en su genética, resultan extraños a los sistemas digestivos y de absorción del cuerpo humano y las proteínas de los mismos resultan indigeribles en la mayoría de las veces y en las otras, al romperse, y metabolizarse, quedan residuos que no pueden ser digeridos ni catabolizados y se almacenan peligrosamente en los tejidos y en la sangre.
Para mejorar esa condición que es mayormente alimentaria y que provoca enfermedades de todo tipo, hemos creado un sistema de alimentación sencillo y muy fácil de absorber y metabolizarse en el organismo. Es un ayuno de todas las proteínas de difícil de absorción, ayudado por enzimas digestivas de las frutas que tienen mayor contenido de ellas, como la papaya, la piña y la manzana.
Las Enzimas Digestivas
Las enzimas digestivas son los elementos más importantes en la digestión de las proteínas, de los carbohidratos y de las grasas. Por ejemplo: La papaya contiene dos de las más poderosas enzimas son efectivas en el proceso de romper ciertas proteínas en aminoácidos, así como en la digestión de las mismas, así como en la digestión de los carbohidratos y de las grasas. Otra enzima presente en la papaya es la carpaína que protege la digestión de bacterias y parásitos indeseables por su acción antiséptica, lo que promueve una bien balanceada flora beneficiosa en el sistema.
La carpaína y la papaína son excelentes digestivos y a la vez mantienen las defensas inmunológicas de las células mutantes en el colon. La enzima carpaína remueve el tejido muerto y la materia que se adhiere a las paredes intestinales, a la vez que disuelve el pus y la mucosidad. Otra casualidad de la carpaína es su capacidad de evitar el endurecimiento de las arterias removiendo el tejido depositado y las células endurecidas o calcificadas.
Condiciones Autoinmunes
La mayoría de las enfermedades autoinmunes son causadas por el exceso de sedimento proteico que circula en la sangre y se deposita en las articulaciones y en diferentes áreas orgánicas. Se les denomina autoinmunes debido a que el sistema inmunológico ataca estas áreas en que las células están saturadas de residuos de proteínas que no pudieron ser metabolizadas en la digestión ni catalizadas en los demás procesos. La falla digestiva se convierte en una constante en esas personas que sufren de estas enfermedades por lo que es muy conveniente el uso de enzimas proteolíticos para su degradación y eliminación a través de las diferentes vías de salida. Las enzimas catalizan y regulan cada reacción bioquímica que ocurre en el cuerpo humano. Dependiendo de la costumbre alimentaria de la gente, se necesitan cientos de miles de enzimas activadas en el metabolismo humano.
Las enzimas están presentes en todos los movimientos musculares, estimulan nervios, mueven el corazón a latir, mantienen la respiración y te ayudan a pensar. Nuestro organismo no puede funcionar sin enzimas.
A causa de los cambios que hemos señalado en la siembra y producción de alimentos, tanto las enzimas propias del organismo, como las que están contenidas en los alimentos, son poco reconocidas y en muchos casos desconocidas totalmente por el sistema digestivo por lo que cada vez, hay más problemas digestivos y enfermedades del aparato digestivo que afectan todo el funcionamiento de órganos y sistemas.
Desde que el alimento entra a la boca, comienza un proceso enzimático en el que las enzimas rompen los diferentes componentes de la alimentación en partículas cada vez más pequeñas para que puedan ser absorbidas por las paredes intestinales. Debido a que los alimentos procesados, alterados genéticamente, fertilizados químicamente y preservados con ácidos cítricos de extremada acidez para su efectividad, no son reconocidos por el sistema inmunológico, ni sus enzimas tienen la fuerza natural para entrar en las diferentes reacciones digestivas y metabólicas, la mayor parte del alimento no es aprovechado y la gran cantidad de excedente que se produce como resultado de cada proceso digestivo, hace que se pasen a la sangre muchas partículas que nunca debieron haber llegado a ese nivel de absorción y es ese particulado extraño y variado lo que sedimenta la sangre, las articulaciones, las paredes arteriales, los vasos sanguíneos microscópicos del cerebro y del corazón.
Podemos decir que la mayoría de estas enfermedades conocidas se producen por dos razones:
- La alimentación antinatural
- La falta de enzimas para digerirlas
En un estudio realizado por el Departamento de Ciencia y el Laboratorio de Tecnología de la Universidad de Dar es Salaam en Tanzania y publicado en el American Journal of Biochemistry and Biotechnology, (2012, 8 (2) 99-104) se analizaron las propiedades, la estructura y los beneficios de la enzima papaína, se analizaron sus mecanismos de funcionamiento, los usos médicos e industriales y su potencial de oportunidades para convertirse en un producto de producción mercadeable.
En cuanto a su uso medicinal que es lo que nos interesa, la papaína actúa como un agente removedor de partículas de derecho sin efectos nocivos sobre los tejidos debido a su capacidad enzimática especifica que le permite actuar en cualquier tejido orgánico sin hacerle daño ni afectar las células sanas. Esto debido a que no se divide ni se separa de las cadenas polipéptidas que inhiben la proteólisis en el tejido sano. El mecanismo de remover las caries de basura orgánica envuelve la hidrolisis de las conexiones cruzadas de las fibras colágenas lo que le permite remover el sedimento ablandándolas para extraerlo al exponerse a la papaína. El gel de papaína ha sido estudiado y reportado como un agente que ablanda la dentina mientras se remueven las caries dentales sin afectar las amalgamas.
Antinflamatorio
La papaína tiene una larga historia de usarse en lesiones de todo tipo en los deportes, en muchas de las más difíciles alergias sinodales para controlar y en las inflamaciones causadas por cirugías faciales y corporales, se ha reducido el tiempo de recuperación de 8.4 días a 3.9 días lo que representa un adelanto de más de la mitad del tiempo de recuperación en lesiones atléticas, así como en las cirugías estéticas o cosméticas.
La papaína tiene las propiedades de ablandar el tejido sin lesionarlo por lo que industrialmente se usa como ablandador de carnes. También se usa en la industria cervecera como enzima catalizadora y en la industria de teñido de pieles para ayudar a que los tintes penetren en el tejido. Otro uso en la industria es como agente clarificante en los procesos de extracción de jugos, de concentración de pulpa, y de homogenización de compuestos.
Como un digestivo de proteínas, se usa exitosamente para tratar las alergias asociadas al síndrome de intestino irritable, mal de Crohn, hipoclorhidria, (ácido insuficiente en el estómago) simbiosis intestinal y de la intolerancia al gluten. En cuanto a la intolerancia al gluten, las enzimas de papaína actúan de dos maneras diferentes; sobre la pared intestinal y sobre la proteína gliadina del gluten que se rompen y se fragmentan y la hacen tolerable a las personas con intolerancia.
En armonía ligada a otras enzimas o fitoenzimas como la amilasa, la bromelaína y la pectina, la papaína aumenta sus capacidades proteolíticas creando un solvente proteico único en su clase de mayor efectividad que los fuertes ácidos digestivos del estómago. Por esa razón, se pueden usar en la hipoclorhidria y en otras condiciones digestivas donde los ácidos digestivos no pueden actuar adecuadamente.
La papaína se ha ligado a esta súper familia de fitoenzimas, para usarse como una enzima subrogada en el diseño de ciertas drogas para obtener potentes inhibidores de catepsina K que es un poderoso nuevo miembro químico de la superfamilia de enzimas que seleccionen y altamente se esperan en los osteoclastos. La papaína es utilizable como catalizador (CO) oligomerización de muchos aminoácidos.
Resumen
Como podemos ver, estos son algunas de las muchas aplicaciones de la papaína, una proteína enzimática de gran significado e importancia biológica y económica. No existe en la química moderna nada que pueda substituir la estructura única que la papaína le provee a la ciencia. Por eso tiene un valor incalculable en muchos usos y procesos donde es usada industrialmente. El árbol de papaya crece en un amplio rango de climas tropicales y subtropicales y puede ser una gran fuente de ingresos para la agricultura.
En la alimentación
Las personas con enfermedades autoinmunes, sufren de problemas digestivos que no les permiten digerir adecuadamente las proteínas que consumen y almacenan en los tejidos grandes cantidades de proteínas y residuos de proteínas a medio digerir que no se pudieron metabolizar en la digestión. Estas proteínas y residuos proteicos son atacados por el sistema inmunológico para destruirlas y por esa razón se dice que el sistema inmunológico ataca los propios tejidos del cuerpo. Si estos tejidos están saturados de estas proteínas y residuos son susceptibles a ser atacados por el sistema inmunológico ya que representan áreas inflamadas que requieren asistencia inmunológica. Estos pacientes necesitan de las tres enzimas digestivas: papaína, bromelaína y pectina además de amilasa.
Tan pronto el organismo recibe las enzimas, comienza un proceso para romper los enlaces proteicos acumulados en el tejido y circulando en la sangre, lo que produce una reducción notable de los procesos inflamatorios. Si a eso se le añade una dieta baja en proteínas derivadas de animales y de granos y cereales secos, el alivio es altamente notable en pocos días.
Redactado por el Dr. Norman González Chacón